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Historias Urbanas de la Imaginación

¡PATRAÑAS!

“Y la verdad os hará libres”... si este enunciado es universalmente correcto por qué seguimos atados a la libertad de imaginar, recrear, redondear, pulir...e incluso vivir y aparentar lo que no es... o es que acaso somos victimas de nuestra propia fantasía, de nuestra propia comodidad... quién es perfecto? Nadie, ni siquiera la “Verdad” lo es... todo es perfectible... todo converge en un punto: nosotros mismos, nuestra verdad.

¿Qué hace la libertad en estos días aciagos?
¿Qué estoy haciendo yo por mi libertad?
¿Estoy yo transgrediendo la libertad de alguien más?
¿Estoy dejando el amor en libertad o lo estoy reteniendo?

Queridos amigos, si es que alguien llega a este rincón, sepan que la sociedad nos tiene cautivos... ¡vaya novedad!... ¿Que alguien nos devuelva nuestra libertad? Nadie lo va a hacer, a nadie le importa, estamos solos, dependemos de nuestros ojos, de nuestra mente, de nuestro cuerpo... a partir de ahí los incito a la rebelión, sean como les venga en gana ser, amen a quien su corazón... o su cuerpo lo pida... no encierren su alma porque se pudre, no encierren su corazón porque se marchita, y no repriman de su cuerpo el deseo...

Dicen que el amor debe ser libre, sin ataduras, estoy de acuerdo...un día te aman, al otro no, que duele?, bueno se supone que duela, todo es relativo incluso el dolor y el amor... luego un día tú amas y al otro ya no, que lastimaste a alguien? es obvio, sin embargo el amor tiene una particularidad muy especial es sobre todas las cosas: NOBLE, sabe perdonar, sabe esperar, sabe transformarse...tornarse en cariño, en ternura, en amistad, en complicidad... en muchas cosas, la mayoría de ellas positivas, tú decides en que lo transformas, es tú decisión, la sociedad.... la sociedad que se vaya al carajo! Vive intensamente, decide intensamente, tu alma te lo agradecerá y, sean cuales sean tus decisiones, verdades, mentiras, como quieras llamarle recuerda que nada, absolutamente nada en esta vida es malo o bueno simplemente ES, esta, existe, forma parte de nuestro mundo de nuestra realidad y por lo tanto nos pertenece, si decidimos no experimentarlo nos lo perderemos para siempre.

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