Blogia
Historias Urbanas de la Imaginación

A mi Padre

Padre
que no fuiste,
deleznable
piedra fría.

Cómo pudiste dejarnos
cómo permitiste
tanto dolor
tanto sufrimiento.

Que cobardía
es la simpleza de largarse,
el olvido y el desamor
son mi recuerdo.

A quién le iba
yo a gritar
¡papá !
te quiero
abrázame tengo miedo
¡papá!
mira
mi mami está enferma
¡papá!
Ya llegaste
juega conmigo.

Ahora eres un viejo
ya no te necesito
no te conozco
no hay recuerdos…no hay nada.

Ahora yo soy padre, y ¡maldita sea!
quisiera reclamarte a gritos
tu ausencia
pero mas que nada la crueldad de
tu indiferencia...

Ahora te entiendo menos.

Y…confieso que tengo miedo
no quiero ser como tú,
no, y no podría
mi hijo llena mi corazón.

Una sonrisita
y soy la dicha,
un llanto en sus rostro
y soy el abrazo.

Su ojos claros de emoción
son mi luz
sus manitas que se aferran
son mi esperanza.

Y en verdad te digo
Padre
que no fuiste
nunca, nunca te entenderé.

Y sin embargo
sin rencores
te perdono.

0 comentarios