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Historias Urbanas de la Imaginación

Cuentos

ANÉCDOTA DE RISA

ANÉCDOTA DE RISA Nunca había entendido por qué las necesidades sexuales de los hombres y las mujeres son tan diferentes entre sí. Nunca había entendido todo eso de Marte y Venus. Y nunca había entendido por qué los hombres piensan con la cabeza y las mujeres con el corazón. Una noche, la semana pasada, mi mujer y yo nos íbamos a la cama. Bueno, empezamos a cachondearnos, el inevitable agarre de pechos, ya la tenía bien parada y en ese momento, me dice:-"Ahorita no tengo ganas mi amor, tan sólo quiero que me abraces"-. Yo dije: "¿QUE?". Así que me dijo las palabras mágicas. -"No sabes conectarte con mis necesidades emocionales como mujer"-. -¡NO MAMES!. Al final, asumí que esa noche no iba a coger, así que me dormí.Al día siguiente fuimos de compras al Palacio. Me fui a hacer pendejo mientras ella se probaba tres modelitos carísimos. Como no podía decidirse por uno u otro, le dije que se llevara los tres. Entonces me dijo que necesitaba unos zapatos que hicieran juego, a $2000.00 el par, por lo que le conteste que me parecía bien. Luego pasamos por la joyería, de donde salió con unos pendientes de diamantes. ¡Estaba tan emocionada!. Yo creo que pensó que me había vuelto loco, pero de todas maneras le valió madres.Pienso que me estaba poniendo a prueba cuando me pidió un brazalete para tenis, porque si la muy huevona no sabe ni correr, mucho menos juega al tenis. Me parece que rompí con todos sus esquemas cuando le dije que sí.Ella estaba casi excitada sexualmente después de todo esto; debían haber visto su cara. Dijo:-"Vente, vamos a la caja a pagar"-. Me costó mucho aguantarme la risa al decirle: -"No mi amor, creo que ahorita no tengo ganas de comprar todo eso"-. De verdad, ojalá le hubieran visto la cara, se quedó pálida cuando le dije: -"Tan sólo quiero que me abraces"-. En el momento en que empezó a poner cara de querer romperme la madre, añadí: -"No sabes conectarte con mis necesidades financieras como hombre"-. Creo que no volveré a coger hasta la primavera de 2005.

Miedo tras las cortinas

¿Que es lo que más temes?... sssh no lo digas... no lo pienses... vendrá en busca de ti... si sientes un leve escalofrío, no temas es sólo el principio... esta llegando... cierra los ojos, apágate... es inevitable pensarlo, sentirlo... podría ser el principio de una historia terrorífica, pero no, existe... esta en tu sala, por la noche cuanto todos duermen acecha, le llaman oscuridad.
A veces cuesta trabajo bajar las escaleras, lo sé lo he experimentado... es el silencio de la noche, nos cuesta dejar de oír el bullicio, nos cuesta quedarnos solos con nuestros pensamientos... con nuestra traicionera imaginación... sssh fue solo un ruido, si pero de qué o de quién, voy a la mitad de los escalones, regreso? prendo la lámpara? no la luz me delataría, es mejor luchar con sus propias y oscuras armas... Dios¡ por que tuve que ver esa película... no puedo quitarme ese rostro de mi cabeza... dicen que lo que piensas es tu realidad... ¿estoy temblando? no por favor es sólo un poco de sudor... hace frío, cierro los ojos... padre nuestro... enciendo el interruptor....

Cuidado con las Siestas

Ayer fue una de esas noches calurosas que provocan a la siesta, frente al ventilador fui victima del sopor y empecé a dormitar, un ruido en el exterior me hizo entreabrir los ojos aunque el cuerpo ya no me obedecía... los pasos avanzaban lenta pero firmemente por el pasillo lateral, los oía claramente a través de la pared, recostado en mi cama, estaba oscuro afuera... tarde reparé en que la puerta de mi habitación estaba abierta, el miedo se apoderó de mi entumecido cuerpo, quise llegar a la puerta pero mis piernas eran una masa de plomo difícil de arrastrar... la desesperación me hizo trastabillar, era inútil, mis temblorosas manos no alcanzaban la lejana oscuridad de mi puerta, debía regresar, el instinto me hizo dar media vuelta en busca del refugio de mi cama, de mi closet, de algún objeto que me ayudara a defender mi vida.... todo era penumbras, difícil para mis aterrorizados ojos distinguir las cosas... de espaladas a la traidora puerta abierta me di cuenta que los pasos habían cesado y un sudor frío recorrió mi espalda, quise correr, no pude, sentí el aliento helado no de alguien, sino de algo... mi corazón a punto del colapso no me traicionó y justo cuando me había dado la fuerza para avanzar unos pasos y ponerme en guardia... ese algo emitió un susurro espectral, una desconocida letra jamás pronunciada me paralizó de nuevo, no tuve el valor para darme la vuelta, no necesitaba ver que había detrás mío...